Nuevo week-o 2019

Muchas personas me preguntan ¿cuánto tiempo tardas en hacer un week-o?

Y no sé muy bien qué contestar…

Todo empieza con la selección de los temas. En una libreta voy anotando todas las cosas curiosas que me encuentro, me cuentan, leo, veo, fantaseo… y luego busco la información para saber si son “jugosos” o no. Hay algunos temas que me sorprenden y entonces me paso días leyendo y leo más y veo un documental y lo comento y… Son temas capturadores, come-horas, que me flipan, pero no me dejan trabajar. Así que tengo que decir basta y componérmelas para resumir todo lo aprendido.

 Otros son más ligeros… (los menos).

 Cuando tengo elegidos los 52 temas del año ha llegado el momento de escribirlos a mano y dibujar. Y diseñar las 52 hojas del calendario (con las lunas, las citas…) Esta parte del proceso me encanta y me tiro tres o cuatro meses con las manos manchadas de rotu y los lápices desperdigados por la mesa. Esta tarea era la que tenía en mi cabeza cuando imaginaba ser almanaquera: escribir a mano y dibujar.

Pero no todo acaba ahí. Una vez que los 108 folios están listos, tengo que escanearlos y vectorizarlos!! para que puedan ser impresos con una calidad satisfactoria. Esto lleva días de ordenador, pantalla, illustrator, indesign y algo de cabreo.

¿Todo acaba ahí? No. Después toca ponerse el uniforme de correctora y mirar con lupa cada palabra, cada tilde, cada número. Recuerdo, en la editorial donde trabajaba, un calendario que se editó que pasaba del día 23 al 25 de febrero. Y, claro, a partir de ahí, todo mal. Es una de mis pesadillas más recurrentes así que reviso y reviso, hasta que mi cabeza lee más rápido que mis ojos y entonces sé que ha llegado el momento de entregarlo a la imprenta. Ay

 Lo que pasa a continuación es otra historia que, si eso, os la cuento otro día.

 Ojalá os guste el week-o 2019.

 

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